El viaje del intendente Dante Velazquez al Foro Internacional Municipal de los Países del BRICS 2025, realizado en San Petersburgo —un encuentro que reunió a intendentes, alcaldes y representantes de más de 100 países y 500 empresas internacionales con el fin de establecer acuerdos de cooperación, infraestructura y desarrollo local— confirmó algo histórico: el norte argentino ya no espera ser mirado. Ahora busca ocupar el centro de la conversación global.
Y en esa mesa, la silla ya tiene nombre: La Quiaca.
“Vinimos a decir que el norte argentino no es una periferia pobre, sino una puerta estratégica. Somos el punto de partida de una nueva etapa de integración para el NOA”, afirmó Velazquez durante su intervención en Rusia, como uno de los seis oradores principales del cierre del Foro.
Esto no fue un gesto protocolar: fue política internacional municipal de alto nivel.
San Petersburgo marcó el momento en que La Quiaca habló en nombre propio… y también en nombre del país.
Diplomacia municipal con peso real
El Foro Internacional Municipal BRICS 2025 busca un objetivo claro: poner a las ciudades frente a las inversiones reales.
Su agenda incluyó temas concretos: planificación urbana, energía, infraestructura, conectividad, turismo y cooperación Sur–Sur.
Es diplomacia municipal, pero con capital e impacto directo. En esa escala, hoy se deciden las oportunidades que antes solo se gestionaban desde las cancillerías.
En ese escenario, La Quiaca no fue visitante, sino protagonista.
- Participó del cierre oficial del evento.
- Presentó un mensaje político propio.
- Firmó convenios y estableció contactos bilaterales.
- Y, sobre todo, habló desde la identidad, no desde la necesidad.
“No venimos a pedir asistencia. Venimos a ofrecer un punto de apoyo estratégico. Nuestra cultura, nuestra frontera viva, nuestra ubicación en la Puna jujeña y nuestro rol dentro del corredor bioceánico nos permiten articular turismo, energía, logística y desarrollo social real”, sostuvo Velazquez.
Ese enfoque encaja perfectamente con lo que buscan los BRICS ampliados: territorios capaces de sostener flujos comerciales, turísticos y culturales con identidad propia.

La Manka Fiesta: identidad como motor económico
Velazquez hizo algo preciso: posicionar la Manka Fiesta —tradicional espacio de encuentro, trabajo e intercambio cultural en La Quiaca— como producto político y económico exportable.
No se presentó como simple folklore, sino como plataforma cultural y económica: una feria que representa integración, producción y valor andino vivo.
Una marca con potencial para atraer turismo internacional, dinamizar la economía creativa y fortalecer cadenas de artesanía, gastronomía y servicios culturales.
“La Manka Fiesta no es pasado. Es producción, empleo y valor regional. Es un punto de encuentro entre culturas andinas que hoy podemos ofrecer al mundo como experiencia única. Queremos que el turismo no solo pase por La Quiaca, sino que se quede en La Quiaca”, destacó el intendente.
Cooperación directa: acuerdos que se transforman en red
Durante el Foro, La Quiaca abrió canales bilaterales con Paraguay, Entre Ríos, México y Senegal, además de avanzar en conversaciones con la región de Leningrado y la Universidad de Rusia.
El paquete incluye cooperación técnica, intercambio cultural, transferencia tecnológica y articulación logística.
En síntesis: La Quiaca negocia de ciudad a ciudad, sin intermediarios nacionales.
Esta red abre oportunidades concretas en cuatro frentes:
- Turismo estructurado: intercambio de visitantes, festivales binacionales, paquetes culturales.
- Infraestructura: contactos con empresas de energía eólica e iluminación sustentable.
- Formación y tecnología: diálogo con universidades para aplicar conocimiento al territorio.
- Logística productiva: conexión norte-sur (Paraguay), federal (Entre Ríos), latinoamericana (México) y africana (Senegal).
“No fuimos a sacarnos una foto con una bandera. Fuimos a construir una agenda real, con contactos y seguimiento propio. Eso ya está en marcha”, señaló Velazquez.


De corredor bioceánico a Ruta de la Seda del Sur Andino
Durante años se habló del corredor bioceánico como una vía este-oeste para conectar Atlántico y Pacífico a través del norte argentino, pensada solo para transportar carga.
Velazquez propone otra mirada: un “corredor perpendicular”, donde La Quiaca no es un paso, sino un hub, una bisagra del altiplano que articula cultura, energía, turismo y conocimiento.
Los BRICS, en su lógica geopolítica, están construyendo una nueva Ruta de la Seda global, una red logística, tecnológica y cultural independiente de los centros atlánticos.
Si La Quiaca se posiciona como punto de anclaje andino de esa ruta, dejará de ser el kilómetro cero de la Argentina olvidada para convertirse en puerta de entrada a Sudamérica por el altiplano.
“El NOA no puede seguir siendo zona de paso barato. Debe capitalizar su posición geográfica. La Quiaca está lista para ofrecer turismo, servicios culturales, conectividad logística y energía limpia. Eso significa inversión, empleo y arraigo”, aseguró el intendente.

Una narrativa nueva para el Norte
Durante décadas, el norte argentino fue retratado como símbolo de sacrificio y abandono.
Velazquez está reemplazando ese relato por otro: una región potente, lista para escalar.
“Tenemos altitud, cultura viva, frontera activa, historia y posición privilegiada. Solo faltaba que alguien se pare ante el mundo y lo diga con claridad. Eso hicimos”, definió.
En otras palabras, La Quiaca dejó de pedir inclusión para empezar a invitar al mundo a entrar.
San Petersburgo no fue un viaje, fue una declaración política.
El Foro BRICS 2025 escuchó a La Quiaca y la reconoció como actor estratégico, no como paisaje. Se firmaron convenios internacionales, se impulsó la Manka Fiesta como marca cultural y se posicionó la Puna jujeña como puerta del corredor BRICS en Sudamérica.
Para el NOA, el mensaje es claro:
el norte argentino ya no espera federalismo, está construyendo su propio internacionalismo.
“No somos el borde. Somos la puerta.”

























