Con una convocatoria extraordinaria que superó las 15 mil personas llegadas desde otras provincias y países, más la participación de los habitantes locales, La Manka Fiesta desbordó la capacidad de hoteles, restaurantes y comercios, coronando una edición con impacto turístico récord y un éxito total. El intendente de La Quiaca, Dante Velazquez, realizó un balance altamente positivo y reafirmó que uno de los ejes de gestión es impulsar el reconocimiento internacional del evento para que sea declarado Patrimonio de la Humanidad, poniendo en valor su identidad, historia y capacidad de integración regional.

Durante el fin de semana se contó con la presencia de autoridades provinciales, artistas reconocidos como Los Copleros —quienes estrenaron un himno dedicado a la celebración—, Los Tekis y Sergio Galleguillo, quien destacó a La Quiaca como “la puerta de América”, manifestó su intención de regresar para brindar un show gratuito en el aniversario de la ciudad y acompañar además iniciativas de desarrollo deportivo y turístico, como la creación de una escuela de pádel y la reciente inauguración del casino local.
Velazquez subrayó que la Manka Fiesta se convirtió en un espacio real de encuentro intercultural, con la participación de escritores provenientes de diversos países y provincias, comunidades rurales, instituciones educativas y público general que, pese a condiciones climáticas adversas y limitaciones propias de la infraestructura fronteriza, pudo disfrutar de una organización fortalecida en sonido, escenario, logística y acompañamiento municipal.
El intendente remarcó que el valor estratégico de La Quiaca como ciudad fronteriza no debe pensarse únicamente en clave comercial, sino también cultural, turística y geopolítica. Señaló que el desafío del desarrollo exige infraestructura, inversión y presencia estatal sostenida, al tiempo que llamó a autoridades nacionales y provinciales a acompañar con mayor compromiso estos procesos que posicionan a la región en el mapa mundial.
En su mensaje final, Velazquez llamó a la unidad, a la empatía y a la responsabilidad política y ciudadana en tiempos complejos. Reivindicó la fe, el trabajo y la resistencia de quienes sostienen viva la fiesta año tras año, incluso durmiendo en el piso para poder participar. Rechazó visiones que describen al país desde el pesimismo y defendió el papel de las economías populares, la cultura y la integración como motores de dignidad y desarrollo.
Finalmente, el jefe comunal agradeció el esfuerzo de la comunidad, de los trabajadores municipales y de quienes apuestan por el crecimiento de La Quiaca. Reafirmó que el camino de la Manka Fiesta hacia el reconocimiento mundial no es mérito individual sino colectivo, y ratificó el compromiso de seguir gestionando para que cultura, educación, turismo e infraestructura confluyan en un proyecto de ciudad más justa, integrada y con oportunidades para las nuevas generaciones
























